INTRODUCCIÓN
El objetivo del sistema cardiovascular es proveer a los diferentes órganos y partes del cuerpo un flujo continuo de sangre, que permita el intercambio de nutrientes y oxígeno a través de los capilares; para el cumplimiento de esta función el sistema cardiovascular necesita de varios procesos de regulación, dado que las condiciones internas y externas varían en el tiempo.
La demanda de sangre y su distribución regional varía según los estados fisiológicos del organismo (cambios postulares, estado emocional, deshidratación, hiperhidratacion, estado patológico, entre otros). Los mecanismos de regulación amortiguan el impacto de estos cambios para mantener las condiciones normales y suplir las necesidades de los diferentes tejidos según su necesidad.
Se define como ciclo cardíaco la secuencia de eventos eléctricos, mecánicos y sonoros que ocurren durante un latido cardíaco completo. Estos eventos incluyen la despolarización y repolarización del miocardio, la contracción (sístole) y la relajación (diástole) de las diferentes cavidades cardíacas, el cierre y apertura de válvulas asociado y la producción deruidos concomitantes. Todo este proceso generalmente ocurre en menos de un segundo.
Para entender mejor la función cardíaca a través de este ciclo es necesario dividirlo en fases y observar los diferentes eventos que suceden en cada una de ellas.
Al final de una contracción se inicia la diástole ventricular, que incluye la relajación isométrica, la fase de llenado rápido, la fase llenado lento y finaliza con la contracción auricular. La sístole ventricular inicia con la contracción isométrica y continua con la fase de eyección rápida y la fase de eyección lenta.
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